Blog de Mindfulness para Sanitarios

La presencia: un aliado para tu salud física y mental

¿Qué sentido tiene vivir experiencias increíbles si, mientras las vivimos, nuestra mente está atrapada en distracciones o preocupaciones? O si estamos anticipando el siguiente momento en lugar de disfrutar plenamente el que tenemos delante.

Quizás te ha pasado alguna vez: vivir algo que debería haberte llenado de alegría, pero después quedarte con una sensación de vacío, como si hubieras pasado de puntillas por esa experiencia, sin realmente saborearla.

Es lo que ocurre cuando no estamos presentes.

La presencia es el resultado de estar completamente centrado en el momento presente, sin recuerdos del pasado ni anticipaciones del futuro. Es una forma de habitar plenamente cada instante con todo nuestro ser.

Para lograr esta presencia, es esencial cultivar la atención, que es la capacidad de dirigir nuestro enfoque hacia lo que está ocurriendo aquí y ahora, tanto a nivel interno, como en nuestro entorno. Esta atención no es superficial ni automática; es intencional, como un faro que ilumina lo que de otro modo podría pasar desapercibido.

La conciencia complementa la atención, ya que implica reconocer, de manera amplia y profunda, todo lo que emerge en nuestra experiencia: nuestras sensaciones físicas, emociones, pensamientos y percepciones del entorno. Mientras que la atención nos ayuda a enfocar, la conciencia nos permite percibir con claridad y sin juicio, integrando todas las dimensiones de nuestra experiencia.

La presencia nos invita a observar lo que ocurre con curiosidad y apertura, permitiéndonos estar completamente en el momento presente, en lugar de juzgarlo. Cuando estamos presentes, despertamos de ese “piloto automático” que nos impulsa a actuar por inercia guiados por antiguos patrones y hábitos y comenzamos a responder a la vida de manera más consciente y serena. Es tan fácil quedar atrapados en la corriente de pensamientos si no nos proponemos deliberadamente estar presentes, es por eso que la presencia requiere de intención, requiere querer estar presentes.

Sin embargo, esta capacidad de estar presentes no surge de la noche a la mañana; es una cualidad que podemos cultivar, es como un músculo que necesitamos entrenar con paciencia y práctica. A través de las prácticas de mindfulness, fomentamos esta habilidad de prestar atención plena, lo que nos permite vivir con mayor claridad, conexión y sentido.

Por otro lado, estar presentes no significa que todo será perfecto o que no habrá dificultades. Sin embargo, nos da la oportunidad de enfrentar los retos desde un lugar de mayor equilibrio, reduciendo la reactividad y aumentando nuestra capacidad para elegir cómo queremos responder ante lo que la vida nos presenta.

Además, cuando estamos presentes, abrimos espacio para el autocuidado y la autocompasión ya que aumentamos la conexión con nosotros mismos. Reconocemos y validamos nuestras necesidades y emociones. Nos damos el permiso de ser humanos, con nuestras luces y sombras, sin pretender ser perfectos o infalibles.

La presencia también transforma nuestras relaciones, de hecho es el mayor regalo que podemos hacerle a alguien.  Al estar realmente atentos, escuchamos de verdad, sin adelantarnos ni quedarnos atrapados en nuestras propias respuestas. Este tipo de atención genuina crea conexión y comprensión, tanto con nosotros mismos como con quienes nos rodean.

Beneficios de la presencia a nivel físico

La práctica de la presencia no solo transforma nuestra mente y emociones, sino que también tiene un impacto directo y positivo en nuestra salud física. Al estar plenamente en el momento presente, activamos procesos en el cuerpo que tienen efectos beneficiosos, por ejemplo:

Disminución del ritmo cardíaco y presión arterial

Cuando practicamos la presencia a través de la respiración consciente, activamos el sistema nervioso parasimpático, que contrarresta los efectos del sistema nervioso simpático (asociado con la respuesta de «lucha o huida» y con el estrés), llevando al cuerpo a un estado de relajación profunda. Eso se traduce en un ritmo cardíaco más lento y estable, una reducción de la presión arterial sobre todo en hipertensos y menor riesgo de enfermedades cardiovasculares a largo plazo.

Mejora la respuesta inmune

El estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico, haciéndonos más vulnerables a infecciones y enfermedades. La presencia, al disminuir los niveles de cortisol (la hormona del estrés), ayuda a optimizar la función inmune. Eso va a suponer: Menor inflamación en el cuerpo, relacionada con condiciones como la artritis o enfermedades autoinmunes y mayor capacidad del cuerpo para combatir infecciones.

Hay estudios que han demostrado que las personas que practican mindfulness tienen menos incidencia de resfriados comunes y reportan una recuperación más rápida frente a enfermedades.

Mejora la calidad de sueño

La rumiación mental, es decir, ese ciclo repetitivo de pensamientos sobre el pasado o preocupaciones del futuro, es una de las principales causas de insomnio y sueño de baja calidad. Cultiva la presencia reduce la hiperactividad mental que dificulta conciliar el sueño y promueve un descanso más reparador.

Menor tensión muscular

El estrés y la falta de presencia suelen manifestarse físicamente en forma de tensiones musculares, especialmente en áreas como el cuello, los hombros y la espalda. Al estar presentes, somos más conscientes de estas tensiones y podemos actuar para liberarlas.

La presencia es mucho más que una herramienta para el bienestar mental; es una forma de cuidar nuestro cuerpo desde adentro. Al reducir el estrés, fomentar la relajación y mejorar nuestra conexión mente-cuerpo, podemos disfrutar de beneficios físicos profundos que se traducen en una vida más saludable y equilibrada.

Tanto el espacio de prácticas como el PAPS (Programa de autocuidado para profesionales sanitarios) están pensados para que puedas ir cultivando la presencia en tu día a día, para más información clica aquí.

Si quieres saber algunas formas de cultivar la presencia también puedes seguirme en mis redes sociales durante este mes en el que hablaremos de esta cualidad.

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